La caída de pelo embarazo es muy común y por lo general, se debe a la acción de la progesterona que suele generar un cabello un poco más debilitado, con menos brillo y que se cae con más facilidad, mientras que, con el incremento de los estrógenos, a partir del segundo trimestre, mejorará y se retardará la caída espontánea diaria del pelo. Será, sobre todo, a partir del último trimestre de la gestación, con el incremento en los niveles de estriol, un tipo de estrógeno, cuando se evidencie de manera aún más clara dicha mejoría capilar.
Aunque a algunas mujeres sufren de caída de cabello durante el embarazo, deben saber que esta no es una situación muy común. En realidad, lo que viene a ser más frecuente es que a las madres se les caiga el cabello después del parto, cuando la actividad hormonal comienza a regresar a su estado inicial y el ciclo capilar vuelve a la normalidad. Independientemente del momento en que se caiga, las mujeres suelen preocuparse y buscan distintas formas de cuidar su cabello y, en la medida de lo posible, procurar que se caiga lo menos posible.
Es necesario tener presente que la caída es un proceso normal y que, mientras más angustia, mayor caída puede haber, pensando en ello, en este poste te contamos todo lo que necesitar saber sobre por qué se cae el pelo durante el embarazo.
Cuidados para evitar la caída del cabello en el embarazo
El tomar vitaminas, llevar una dieta saludable y un cepillo adecuado son algunas de las medidas a tomar, porque además de los cambios psicológicos y hormonales que se experimentan durante los nueve meses de embarazo, los físicos también son notables. La retención de líquidos y el aumento de peso también van de la mano de una pérdida de cabello. Para evitar caída del cabello en el embarazo puedes seguir estos consejos, en caso de persistencia lo mejor será consultar con el médico de cabecera.
- Lavado del cabello: Lavarse el cabello todos los días no es lo más recomendable, estando embarazada o sin estar esperando un bebé. El contacto con el agua, el champú, acondicionador y posteriormente el secado pueden dañar el cuero cabelludo llegando a debilitarlo y provocando su caída. Lo recomendable es una vez cada dos días como mucho. Procura evitar el uso excesivo de productos químicos durante el embarazo y apostar por productos suaves y sin riesgos.
- Consumo de vitaminas: es necesario llevar un control de las vitaminas para evitar muchos síntomas y para evitar la caída de pelo embarazo. Algunas vitaminas imprescindibles para el cuerpo y también para el cabello son la vitamina C, B y E.
- Dieta saludable: comer frutas, verduras, proteínas, y una dieta variada de carne y pescado contribuye también al fortalecimiento de las uñas y del cabello para no sufrir por la caída cabello embarazo.
- Reducir los niveles de estrés: el estrés contribuye notablemente en la perdida de cabello embarazo. Para evitarlo conviene hacer algo de yoga o caminatas, todos los días. Pide ayuda a los familiares o amigos, para que tengas un momento al día solo para tu cuidado y tranquilidad.
Caída del cabello durante el postparto
El aumento de los niveles de hormonas durante el embarazo puede hacer que muchas mujeres retengan más pelo de lo habitual, debido a la interrupción del ciclo de crecimiento del cabello. Por eso suele decirse que una mujer embarazada tiene un pelo más radiante y con más volumen.
Sin embargo, el que no se caiga apenas pelo durante el embarazo suele tener como consecuencia una caída excesiva tras el parto, a medida que el organismo regula los niveles de hormonas y se recupera la caída del cabello natural. Este proceso no debe alarmarte, a menos que creas que no está creciendo igual que antes del embarazo.
Siempre ten en cuenta que este proceso de perdida de pelo embarazo alcanza su punto máximo entre los 2 y 4 meses después del parto, e igualmente deberás continuar con una dieta saludable para contribuir a que el cabello también vuelva a crecer sano. En caso de duda o preocupación, consulta siempre con tu médico.
Para evitar dicha caída pelo en el embarazo es conveniente ingerir alimentos ricos en biotina, arginina, metionina, cistina, vitamina B6, Vitamina E, hierro, calcio, yodo y zinc. La biotina se encuentra en el arroz integral, cereales, pescado, yema de huevo y frutos secos.
Por su parte, la arginina se localiza en la carne de aves, lácteos, pescados, semillas de girasol, nueces y avellanas; la metionina está presente en carnes, pescados, huevos, cereales y semillas de sésamo y la cistina se encuentra en carne de cerdo, carne de ave, lácteos, brócoli, avena y germen de trigo.
Tratamientos capilares durante el embarazo
Realmente, para la caída pelo en el embarazo hay tratamientos, aunque son pocos los recomendados. Con el objetivo de cuidar la integridad del feto o del niño lactante, se recomienda adoptar hábitos saludables que protejan el cabello en lugar de acudir a tratamientos invasivos o con gran cantidad de químicos.
Entre las recomendaciones porque en el embarazo se cae el pelo y en el post parto también, debes tener en cuenta:
- No abusar de los acondicionadores y de tratamientos anticaída.
- En caso de presentarse problemas de pelo graso puedes utilizar un champú neutro o uno con efecto reparador si tu pelo es seco. Recuerda optar siempre por champús y acondicionadores cuyos ingredientes sean lo más orgánicos y naturales posible.
- Evita los procedimientos de alisado u otro tratamiento agresivo como pueden ser las permanentes.
- Consulta con tu médico sobre la posibilidad de incorporar un suplemento como el hierro o bien otra vitamina para estimular tu recuperación y evitar la anemia.
Por otro lado, es importante que sepas que no existen pruebas concretas que indiquen que la lactancia materna estimule la caída del pelo. De hecho, está comprobado que las madres que no dan el pecho directamente a sus hijos, sufren la misma pauta de caída y daño capilar en el periodo que sigue tras el parto de su bebé. La mayoría de estos efectos son temporales y el cabello retomará su ciclo de crecimiento y caída habitual. Sin embargo, en ocasiones el cabello suele permanecer dañado o en fase de caída durante más tiempo de lo esperado, incluso después de la etapa de lactancia.